Aquí nos leeremos

 

La creación literaria es una capacidad que todos tenemos pero que pocos aprovechan. en este espacio destacaremos esas publicaciones del grado, que por su calidad, originalidad e interés, merecen la pena de tenerse siempre a la mano.

 

Aquí nos leeremos 

 

Veo su enorme cara de sorpresa, le acomodo una silla, lo hago sentar y le amarro las manos con una soga; un gran olor a especias sale de la cocina, -ya está listo mis amores-. Me levanto y dirijo a ese lugar, sirvo la carne, la llevo a la mesa, y noto que hay una persona más, oscura y que forma un ambiente pesado. La dejo de lado, coloco los platos en la mesa y vuelvo allí. Asustado dejo caer la vajilla; todos los presentes alarmados se acercan, tembloroso los hago calmar y vuelven a sus puestos.

-¿Qué me pasa, porque estoy así? ¿Me has hecho alguna brujería? Si eso es lo que pasa, te juro que me olvido de Colbin y voy por ti, es en serio-. Vuelvo al comedor y me ubico junto a ellos, no hay nada raro, es como si esa sombra fuera parte de mi imaginación. Todos terminamos de comer, recojo la vajilla como buena esclava y la llevo a la cocina; mientras lavo, algo pasa por detrás de mí, de nuevo se resbalan los trastos entre mis manos y caen. Esta vez todo es distinto, nadie se acerca a ayudarme es como si todos estuvieran muertos, preocupado salgo a ver lo que pasa, mi esposo e hijo estaban ayudando a ese maldito Colbin, ambos intentando liberarlo -¿Por qué mi plan había fallado? Aun no lo sé, pero pronto lo descubrirás-, enfurezco y los golpeo con una sartén, caen inconscientes y aprovecho para sujetarlos junto a Colbin.

Cuando logran despertar, mi pequeño hijo muestra una cara de tristeza como la de un cachorro; comienzo a llorar, salgo de la habitación para calmarme. Cuando mis ojos se secan vuelvo a ese tenebroso lugar, pero vaya sorpresa, también estaba mi querida sombra, la hago esperar y comienzo mi venganza.

Mi esposo es el primero, lo separo del resto y amarro a una cama – sí, soy pobre y qué, no tengo tanto dinero como ese desagradable Colbin-, ya inmóvil me dirijo a mi cuarto de herramientas, una motosierra, una oz, una inyección de adrenalina y unas tijeras para podar me bastan para esta cosa.

Cuando llego al cuarto una gran sonrisa cubre mi rostro; dejo caer todo al suelo y comienzo a saltar de alegría. Muchos dirían que estoy loco, pero solo estoy feliz; mi querido Platón estaría orgulloso de mí, soy feliz y estoy haciendo justicia, quien lo diría. Tomo las tijeras y las afilo en el borde de la cama; mi esposo tembloroso emite sonidos silenciados por el pañuelo de su boca. Cuando termino con las tijeras me acerco a él, vuelvo a sonreír y comienzo con su bella mano derecha, ahora solo puede contar hasta nueve, ocho, siete, cero. Ya parecía un simple palo que botaba de sí un manantial de sangre.

Acerco a mi hijo al show y éste voltea inmediatamente su cara soltando lágrimas y a la vez suspiros forzados. Me pongo helado, algo está tocando mi espalda: una mano grande y fría, no puede ser mi hijo, apenas es un niño. Giro la cabeza y no es nadie, es mi imaginación tratando de hacerme arrepentir. Vuelvo a mi postura inicial, mi hijo aún más calmado me pide dejarlo despedirse de su padre, ¿es en serio? – otra vez esa sombra cobarde aparece, de seguro eso fue lo que me tocó, esta coge un cuchillo, ¡espera! debo seguir con la historia- asustado de lo que podría hacer esa sombra me levanto rápidamente y lo único que logro es que asesine a mi esposo, esa despiadada sombra me quitó lo único que tenía.

Siento enojo lo que me impide seguirle provocando un inmenso dolor a tan pequeño ser. Algo me falta, aquella cosa suprimió mi gran final dándole un giro a la historia, ¿ahora qué sigue? ¿Casarme con mi hijo? O aun peor ¿llorar por mi esposo? Ambas se quedaron en mi pensamiento, la segunda por obvias razones, y la tercera es porque no podía fingir un llanto frente a ese niño, es imposible, se nota que prefería a su padre y lo único que me queda es abrazarlo. Cuando por fin se queda dormido lo llevo a una habitación para continuar con lo que me queda de historia.

Colbin dormido como cerdo en su marranera parecía una sandía deforme a la que le salían cuatro raíces, después de reírme por mucho tiempo lo intento levantar con un golpe en la cara, este no se inmutó, tanta grasa lo protege de todo, - cuando digo todo, es todo- hice un intento en el estómago, pero lo único que paso fue que pude reafirmar mi teoría; le apretó la nariz y cierro la boca para ver si logro hacer algo –por fin, se despierta de su pequeña siesta-, lo miro con cara malévola y quito sus amarres, esta presa no fue tan fácil como la anterior, por su peso me es imposible moverlo –que asco-, me va a tocar atenderlo aquí mismo, vuelvo a sujetarlo y comienzo con las tijeras, esta vez no hay nada que me arrebate la oportunidad de desquitarme, dejo las tijeras a un lado y agarro el cuchillo, pero antes de comenzar me aseguro de inyectar la adrenalina para que Colbin no deje este mundo tan rápido.

Ahora sí, el pequeño cuchillo comienza a perforar su codo, sus tendones comienzan a desgarrarse y sus músculos a contraerse, no hice nada para silenciar sus gritos, aumentan mi satisfacción, entre menos parte de brazo tiene, incrementan los decibeles. Cuando llego al hombro movimientos bruscos me evitaban terminar de cortarlo; lágrimas brotan por su rostro y quejidos salen de su boca, cuando por fin termino de cortarlo no se escucha ni un solo sonido y este tipo deja de resistirse, ¿lo maté? Que sucede, ¿se repitió mi sueño? Pero ¿Por qué? Mi plan no podía fallar este estúpido no sirve ni para morir.

Ya sin nada que hacer comienzo a cocinar a Colbin, lo adobo y me lo como, su sabor es indescriptible e inigualable –algo me falta, como lo pude olvidar, ese mocoso- me dirijo a la habitación dándome cuenta que aún seguía ahí, no lo molesto y regreso a la cocina, alguien llama a la puerta, este no descansa ni un poco, le siguen golpe tras golpe sin pausa alguna. Abro, viendo quien intenta entrar. Un gran bigote y unas gafas oscuras me ayudan a descifrar que es un policía –ahora si me atraparon, ¿Qué hago?- lo invito a pasar y cuando pone su masa dentro aprovecho para salir, corro como nunca antes lo había hecho y llego hasta un acantilado, allí posada una sombra en una piedra me obliga a acercarme, ésta se levanta con un movimiento veloz y perfora mi estómago, me levanta y tira por el precipicio.

En este punto tengo el espacio mental de reflexionar; hice todo mal desde el inicio mi pensamiento se dejó invadir de las emociones. Nada de esto hubiera pasado si no sintiera odio por ese gordo, no habría testigos si mi afecto no hubiera intervenido con mi nuevo hijo. Mis sentimientos han arruinado toda mi vida, suelo sentir odio, amor, envidia, pero ¿para qué? Solo para que al final pueda sentir en el fondo de mi alma satisfacción y en mi cráneo una roca fracturando su corteza.

Lucas Hernández 11°-2

 

¡Hola! ¿Cómo están? Mi nombre es María José Zuluaga y me alegra decirles que mi primera lectura del año es "La otra historia de Estados Unidos" de Howard Zinn. A continuación les haré una pequeña introducción sobre lo que trata el libro y haré una pequeña invitación a leerlo o en su defecto seguir de cerca mis reseñas sobre este.

Es de un saber genérico para todo aquel que pisara el mundo años después de que América fuera "descubierta" (terminó que además de querer que me explote la cabeza me parece que solo se utiliza para reforzar una especie de ego y dualidad de conquista-trabajo a la que tanto americanos como europeos se siguen aferrado en su inconsciente clásico) que personas como Cristóbal Colón, sus tropas y todos los españoles (o europeos) que llegaron después fueron asesinos en más de una manera pues no sólo mataron a sangre fría y por capricho incontables indígenas, si no que no contentos con robar oro y riquezas, asesinaron la cultura que este continente traía desde años, robaron sus manos, sus pies y su alma obligándolos a trabajar a servicios de otros sin una justificación de peso y es que ¿qué pasaría si la historia se llega a tornar más oscura de lo que conocemos? Si es mucho peor que lo que nos han contado ¿leerían algo incluso si hace que después les duela el hecho de que su país (Colombia) lleve su nombre en honor a la misma persona que se encargó de marchitar su esencia? Si están en su plena seguridad de que son capaces de que no les importara el lado más oxidado de la moneda, si es que su ser les dicta saber la verdad completa y no a medias, si deciden dejar de creer lo que todos quieren que crean y si quieren luchar por todo lo que este continente merece a sabiendas de que primero deben saber todo lo que nos ha quitado, le invito a que se sumerja en este turbio y esclarecedor recorrido conmigo para ayudar a romper el patrón y papel que se nos ha impuesto y nos hemos creído.

Señor Cristóbal Colón y cada una de las personas que lo ha secundado sus ideas a lo largo de la historia, desde que zarpó en las tres calaveras hasta el día de hoy. El término "conquistador" se quedó muy corto para dar cuenta de un asesino, violador y ladrón; Sin embargo el término indígena siempre se quedó muy corto para describirnos, pues América siempre fue más que caras bonitas y mano de obra barata.

El primer capítulo de este libro lleva el nombre de "COLÓN, LOS INDÍGENAS Y EL PROGRESO HUMANO" Efectivamente se empieza a contar toda la historia que nos ha repetido en el colegio, pero de otra manera, más específica, cruel y cuestionable; pues se centra en cómo fue la conquistada más inclinado en el punto de vista de las tribus que fueron colonizadas como lo son la Arawaks (tribu con la que se encontraron primero al tocar tierra en las islas Antillas), también los territorios que conocemos actualmente como Haití, República dominicana y Cuba. El autor claramente toca a dos tribus que habitaban en el territorio estadounidense en lo que ahora lleva el nombre de Connecticut y Rhode Island quienes fueron colonizadas por puritanos (ingleses) mostrándonos que las expediciones no eran las fantásticas historias de aventureros valientes que creíamos en primero de primaria y que las búsqueda de riquezas manejo mucho más egoísmo y avaricia que el que podía amerita el trabajo de evitar la "quiebra" de la corona española.

Después de leer este capítulo una serie de preguntas se abrió en mi cabeza, es como si le hubiera construido un cuarto nuevo, un cuarto que está desordenado y lleno de cuestiones. Una de las más grandes es ¿Que en realidad es evolución y desarrollo humano? Pues bien cada que alguna mente brillante saca algo nuevo e innovador que impacta al mundo y las diferentes funciones de ese "algo" ayudan a mejorar la calidad de vida decimos que hablamos de desarrollo y progreso humano, o cuando una sociedad logra avanzar en tecnología decimos exactamente lo mismo pero ahora les pregunto ¿de qué sirve que se creen grandes inventos si la gente no sabe de qué forma aplicarlos a su entorno? Y es que en un cuadro comparativo entre indígenas y españoles conquistadores podemos ver que por el lado europeo efectivamente hay más avances en cuestiones de tecnología; Sin embargo en las Américas encontrábamos sociedades que habían logrado sobrevivir de una manera estable, pacífica sin necesidad de conceptos como comercio, que además estaba formada en la equidad, el respeto, el diálogo y la ayuda al otro, una sociedad humana en la cual se entendían muchas cosas que los españoles no siquiera consideraban, así que ¿quién realmente estaba evolucionando? Pues como dice el mismo escritor, las mayores atrocidades a lo largo del recorrido del hombre han sido justificadas en nombre de la evolución pero ¿realmente hubo evolución? Porque bien a mi parecer, los crímenes cometidos se hacían más por avaricia y ansias de poder que por otra cosa, ya que en cuestiones de moral y ética los indígenas estaban a años luz de los españoles y de personas que en este momento habitan la tierra.

Este capítulo también me enseñó que la concepción de historia y de conocerla no se queda en la simple versión popular, que todo el mundo aprenden y que todo estado quiere que aprendamos, si no en ir más allá, en conocer los diferentes modos en los que se vivió , y después encontrar como darle un fin al ciclo de desastre o tristeza que por lo general el pasado arrastra a cuestas ya que la historia más allá de saberla y salvarla también en muchos aspectos debe atreverse a ser cambiada.

 

¿Acaso soy un chiste?
¿Acaso no existe el respeto aquí?
¿La tolerancia?
¿La Unión?
Ah, esa última sólo es por conveniencia.

¿Acaso algún día se dijeron un "los amo" seriamente?
Tal vez entre unos pocos, 
Esos pocos que dicen querer.

Prometí no convertirme en una de ustedes,
Pero ahora mírenme,
Empezando a decir cosas malas
Pero así lo hacen todos,
Si, tal cual como son,
Y así estoy, escudándome en sus actos 
Y sacando la misma excusa, 
"Pero si ustedes también son así",
Igual que ustedes.

¿Acaso soy un chiste?
¿Acaso hay algo que les importe?

Son tan arrogantes,
Tan groseros,
Tan amables cuando les conviene
Tan amorosos cuando quieren.
Su actitud,
Su forma de ser,
Son tan diferentes cada uno,
Pero hay algo en común,
Les encanta atacar a los demás,

Hasta a los mismos que "aman"
Los tratan como basura.

En eso me han convertido
En basura,
Porque así como han sacado lo mejor de mí,
También han sacado lo peor,
Y ahora vuelvan,
Vengan, atáquenme con sus palabras fuertes,
Ataquen a cualquiera que les diga algo que nos les guste,
Y convenzan a sus mentes de nuevo,
Diciéndose:

"Así nos amamos entre todos".
¿Desde cuándo el irrespeto es amor?
¿Acaso esa palabra (amamos) es un chiste?

Para mí,
Ustedes nunca fueron un chiste,
Ni sus palabras tan hirientes,
Y sé que no les importa todo esto,
Si, los conozco muy bien.

Yo los amaba, aba,
Porque he visto en lo que se han vuelto,
En unos monstruos,
Que acaban con todo lo que les impide el paso.

Tal vez si amo a algunos, 
A unos pocos,
Que no me han hecho sentir mal,
La mayoría de ustedes si lo ha hecho,
(Aquí es donde ustedes dicen "pero usted en algún momento nos ha hecho sentir mal").
En este punto de mi vida,
Ya no hay diferencia entre nosotros,
Me he vuelto así,
Por más que trate de hacerla
Sigo siendo parte de ustedes, 
Montón de irrespetuosos,
Sigo convirtiéndome en lo que no quise ser.

Y sí seguiré con ustedes,
Acabándome,
Hasta el final,
Pero no lloraré en ese final,
No soy buena llorando falsamente,
Ah verdad que ustedes me conocen,
Bueno, entonces si soy una mentirosa, 
Pero sepan que en ese momento haré algo de verdad.
Si, pensarán que por primera vez en la vida,
Algún día tendría que ser.

Ah y todo esto es una broma,
Para ustedes siempre lo he sido.

 

Carolina Rojas 10°-1


Miedo


Mi casa se inunda, se me mojan los pies, y estoy desnuda. El corazón me palpita de forma acelerada, y mi cuerpo le envía señales desconocidas a mi cerebro.Intenté dar brazadas para alcanzar una ventada y poder escapar pero era demasiado tarde, el agua había fragmentado gran parte del vidrio, cualquier ligero roce haría que se desborde por completo.No puedo respirar y ahora sólo estoy flotando en el agua, esperando a morir, pierdo mis ganas de seguir en el intento de mantenerme con vida, después de los últimos dos parpadeos todo era oscuro, y me encontraba en una caída libre, directo al más profundo de lo vacíos, y sentía miedo, un miedo atroz, que me atrapaba como una manta en la más helada de las noches.Caí en un profundo sueño, pero algo me devolvió el aire y la vida. El espejo me hablaba...y las lágrimas mojaban mi rostro, era yo, yo era esa casa que se había inundado, y mis ojos aquellas ventanas rotas, a punto de desbordarse...y tenía miedo, estaba consciente y frente a mis espejo, pero sentía que seguía cayendo…y que estaba a punto de morir.

"Todos me aconsejan reposo,
todos me destinan doctores,
mirándome de cierta manera.
Qué pasa?

Todos me aconsejan que viaje,
que entre y que salga, que no viaje,
que me muera y que no me muera.
No importa.

Todos ven las dificultades
de mis vísceras sorprendidas
por radioterribles retratos.
No estoy de acuerdo.

Todos pican mi poesía
con invencibles tenedores
buscando, sin duda, una mosca,
Tengo miedo.

Tengo miedo de todo el mundo,
del agua fría, de la muerte.
Soy como todos los mortales,
inaplazable.

Por eso en estos cortos días
no voy a tomarlos en cuenta,
voy a abrirme y voy a encerrarme
con mi más pérfido enemigo"

Ana Cristina Grajales 11°2

Mujer, ¿por qué eres una obra de arte?
Mi propio lienzo

A veces las obras de arte no se encuentran en museos, se encuentran en cosas pequeñas, así como tú, mirándote al espejo. Mirándote detenidamente en la persistencia del tiempo, queriendo ser real, aún sin etiquetas, queriendo vivir en ensueño sin reflejar falsas apariencias, queriendo en aquel cuerpo latente rebozador de vida, descubrir la mismísima esencia que nos conecta con el mundo y nos hace parecer invencibles. Ser universo, tierra y naturaleza a su vez. 

Tan frágil los recuerdos cuando la memoria los abriga, un incidente mirarse por el mínimo reflejo que proporciona. Cautivo pero cegador, arma letal para quien quiere destruirse de sí mismo y, alarma continua para quien quiere recordar su propia magia. 
Imagen que proyecta tan solo una figura humana, que debe ser observada con el alma para enaltecer su beldad y transformar su autenticidad. Cosas simples pero que han de comprender una significante existencia.

 

La última vez que detallé cuidadosamente mi ser, temí de mí y de lo que traía consigo ser yo. Temí no asimilar la falla defectuosa, temí querer bajar el rostro y no volver a mirar mis trazos. Temí no encontrar nada y, por el contrario, acabé encontrándome, parada ahí, junto al espejo, sumergida en la perfecta creación del universo, con sus proporciones casi que mal distribuidas, pero perfecto por ser principio y base de todo. El concepto de belleza lo empezaba a crear cuando detallar cada rincón que en mí se escondía se podía asociar con algún fenómeno natural; lunares en mi silueta formando constelaciones, mis venas en los ojos simulando una escena con truenos y rayos, mi cabello que recién se había sometido a un cambio radical y se redujo unos cuántos centímetros más, no dejaba de perder su suavidad como el terciopelo, mis delgadas manos que se pierden con el resto no dejaban de verse como soporte, que aunque frágil fuera, están en proceso de fortalecimiento. ¡Era indudablemente mi propio lienzo! Era apenas una hoja en blanco que retomaba en su construcción colores que encendían armonía interna. Era creadora de espacio y de mis significados, la historia que llevo trazada hasta ahora guarda las arduas batallas por las que me enfrenté en la misma situación, nuevamente conmigo, luchando por el brillo que nunca creí desprender. Saliendo de la cápsula por la que varios años permanecí. Sintiendo la brisa como un suspiro que otorga el momento como recompensa a la tensa permanencia de tan solo estar. Estrías fulminadas como rayos de sol, piel arrugada como corteza de árbol, distintas tonalidades que representa variedad, una voz que asimila sonidos exteriores, qué más conexión con la vida que saber que cada parte del mundo se conecta con algo de ti. Que cada día el constante cambio de nuestro pensar va ligado a nuevas formas de vernos, nuestros, propios, capaces. ¿Qué más arte que aquello que expresa un sentimiento? Empecé a jugar con mi semblante. Procuré hacer todo tipo de expresiones y en cada una me sentía distinta, diversa, pues qué más arte que aquello que revive una emoción, que se lleva en cuerpo, alma y mente, qué más obra que la de la naturaleza jugando con nuestras páginas vacías en su perfecta sintonía. Somos una proyección del cielo plenamente azul, del día irregularmente aceptable, del clima que pasa desapercibido sin antes anunciarse, somos en nuestra imitación un reavivamiento de la fauna que nos rodea, somos reencarnación y presentación de ideologías, representamos la composición de todo un universo, que, aunque no seamos casi nada, podemos serlo todo. La esencia era esa. La que no maquillaba para ocultarle, la que no le agregaba para sentirme gigante. Era la mirada, con su elegancia de querer expresarlo todo. Era mi cuerpo, así sin tener que echar corrector a la tinta, es mi sonrisa que almacena todo el sentimentalismo que guardamos en espíritu, es esa similitud con el ecosistema, no para sentirnos superiores, si no partes de él. La esencia se mantuvo en rasgos pocos visuales, que con el tiempo se hicieron invisibles a la espera de que alguien le viese no con los ojos que procuran juzgar, si no con aquellos que procuran descubrir. Es mi capacidad de mirar más allá de un adorno. Es mi delicada tez que reúne la simetría de un montón de cuerpos celestes, repartidos con propósito alguno. Son las cicatrices que significan momentos. Soy yo, somos los demás, desde que nacemos, desde que nos sometemos a la metamorfosis de la adolescencia, la adultez y la vejez. Somos arte desde que empezamos a creernos propios, somos arte desde que empezamos a generar en el otro, cualquier clase sentimiento ya sea negativo o positivo. Soy arte dese que empecé a contemplarme desde mis “defectos”. Arte desde que empecé cultivarme y jugar con mis rasgos sin cambiarles. Arte desde que me hice una sola con el mundo. Arte desde que trasciendo en lugar y tiempo. Arte desde que mis cinco sentidos están en funcionamiento. Soy arte por la esencia que puedo transmitir. Somos todos arte por la capacidad de permitirnos seguir reflejándonos en un espejo que solo nos muestra lo que todos ven. Lo que debe verse con el corazón y con la credibilidad de que, esa sonrisa que emerge por casualidad, no es algo abstracto de una fantasía imposible. Eres tú mirándote del otro lado y eres completamente real.

Clases de libros

En su orden:

1. Libro adicto

2. Libro curioso

3. Libro imposible

4. Libro Infinito

5. Libro oloroso

6. Libro Sádico

7 Libro, solamente, libro

 

La Lectura
La Lectura